11/11/2022.- La alerta ha sido notificada por las autoridades de Polonia que ha rechazado su importación tras un control fronterizo, por lo que no han llegado a distribuirse por ningún país comunitario. Según el RASFF, contenían residuos de Clorato, cuyo uso no está autorizado.
Hortoinfo.- El Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (Rapid Alert System for Food and Feed, RASFF) ha notificado una excesiva presencia de residuos de pesticidas en fresas importadas de Marruecos, que superaban en un 460 por ciento el Límite Máximo de Residuos (LMR).
Según la notificación 2022.6558 del RASFF, se trata de fresas congeladas que llegaron a Polonia cuyas autoridades rechazaron la entrada tras realizar un control fronterizo, impidiendo así que pudieran ser distribuidas a otros Estados miembros.
El RASFF indica que el clorato se encontraba presente en las fresas marroquíes en una proporción de 0,56 ± 0,28 mg/kg – ppm, cuando se trata de una sustancia no autorizada y, en todo caso, el nivel máximo en este caso es de 0’05 mg/kg ppm.
Los residuos de clorato
Clorato y perclorato son sustancias derivadas del cloro, que han despertado interés y preocupación de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) como contaminantes en los alimentos.
En base a los datos científicos disponibles, la EFSA considera que la exposición dietética actual en la UE a estas sustancias puede ser nociva para la salud humana, por lo que recientemente la CE estableció un contenido máximo de perclorato en alimentos, haciendo con posterioridad lo mismo con el clorato.
A diferencia del perclorato, que puede tener un origen natural o antropogénico, el origen del clorato se asocia siempre a la actividad humana, especialmente por su anterior uso como plaguicida en productos fitosanitarios, que actualmente ya no está autorizado. Además de su presencia en fitosanitarios, el clorato es también una sustancia que se forma como subproducto del uso de desinfectantes a base de cloro en la transformación de alimentos y en el tratamiento del agua potable. Estos usos han dado lugar a la situación actual, en la que se detectan residuos de clorato en los alimentos.
La EFSA considera que, incluso cuando se utilizan buenas prácticas, en la actualidad no es posible conseguir niveles de residuos de clorato conformes al actual LMR.
Siguiendo el dictamen científico de la EFSA sobre los riesgos que la presencia de clorato en los alimentos supone para la salud pública, se estableció una ingesta diaria tolerable de 3 μg/kg de peso corporal al día y una dosis aguda de referencia de 36 μg/kg de peso corporal. Si bien se considera que la exposición alimentaria aguda al clorato en la UE no supera la dosis de referencia, la exposición media supera la ingesta diaria tolerable en determinados subgrupos de la población, por ejemplo, lactantes y niños de corta edad que presenten una carencia de yodo leve o moderada.