Desde Coag acusan a la CE de reírse de los agricultores europeos al “firmar un nuevo acuerdo” con Marruecos

El responsable del sector de frutas y hortalizas de COAG, Andrés Góngora, firma un artículo en el que denuncia que el nuevo acuerdo “seguirá erosionando nuestra rentabilidad, provocando abandono y beneficiando a grandes empresas productoras de frutas y hortalizas para competir de manera desleal en los mercados europeos”

Hortoinfo.- 01/10/2025

Con motivo de la propuesta de la Comisión Europea (CE) para modificar el acuerdo comercial de 2019 entre la Unión Europea y Marruecos sobre productos agrícolas, desoyendo la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), el responsable del sector de frutas y hortalizas de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), firma un artículo de opinión en el que, bajo el título ¡Aquí hay tomate! La Comisión Europea, a carcajada limpia, acusa a la Comisión de reírse de los agricultores europeos.

A continuación publicamos íntegramente el citado artículo, firmado por Andrés Góngora:

La Comisión Europea, bajo mandato del Consejo, ha decidido reírse en nuestra cara acordando con Marruecos una revisión del acuerdo entre la UE y este país para solventar la anulación del citado acuerdo hace casi doce meses. Sin transparencia, sin tener en cuenta al sector productor europeo y al borde del plazo para arreglar el desaguisado.

Se ríe de los productores y productoras españoles y europeos, al firmar un nuevo acuerdo que seguirá erosionando nuestra rentabilidad, provocando abandono y beneficiando a grandes empresas productoras de frutas y hortalizas para competir de manera desleal en los mercados europeos.

Se ríe de los consumidores y consumidoras europeos dado que no aporta ninguna solución real al etiquetado fraudulento de las producciones procedentes del Sáhara Occidental. Deja en manos de las autoridades marroquíes la emisión de certificados de conformidad sobre el origen. Seguro que los importadores y la gran distribución europea están deseando recibir esas importaciones de Marruecos, cien por cien seguras y cometidas al cumplimiento de la legalidad de trazabilidad y etiquetado. ¡Quién iba a dudar!

Se ríe del Tribunal de Justicia de la UE, ya que la chapuza acordada no es más que una repetición del acuerdo anterior con Marruecos, con una argucia legal para ganar tiempo. Un intento vano de acomodar las sentencias en contra y además contentar al gobierno marroquí. Una estrategia que no se sostendrá en los tribunales. Al tiempo.

Por supuesto, se ríe del pueblo saharaui, al que ni ha consultado por este nuevo acuerdo y al que no pretende beneficiar con el mismo. A pesar de que la sentencia lo deja claro, utilizan un vericueto para suponer su consentimiento a pesar de ver cómo se ocupan y expolian sus tierras.

Y, desde luego, se ríe del Parlamento Europeo al que ningunea con un acuerdo diseñado para una aplicación provisional desde el 1 de octubre, lo que significa que entrará en vigor antes de una votación de los eurodiputados. Total, qué importa lo que digan los representantes elegidos por los europeos en un asunto en que han de pronunciarse según las normas comunitarias.

Y mientras tanto, todos celebrando en Fruit Attraction que el tomate es una hortaliza estrella, con presencia en la feria de algunas de las empresas más beneficiadas por el acuerdo ilegal y el comercio también ilegal de producciones desde el Sáhara Occidental, grandes empresas que compiten de la manera más desleal con las frutas y hortalizas españolas. Tenemos claro que se les atragantará tanta celebración con bloody marys de sangre de tomatero.

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