Según el estudio de impacto realizado por la organización agraria COAG, los mayores problemas irán asociados al incremento del estrés hídrico en los cultivos debido al aumento de la evapotranspiración, con las hortalizas al aire libre, cítricos y frutos secos como los cultivos más afectados
Hortoinfo.- 06/12/2023
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) de Almería ha presentado el estudio “Más claro Agua. Impacto del cambio climático en la agricultura del arco mediterráneo”, que apunta a que el campo almeriense perderá en los próximos siete años, de 2023 a 2030, la abrumadora cifra de 1.288 millones de euros
El estudio recoge que el cambio climático ya está pasando factura al sector agrario de la Región de Murcia: la siniestralidad causada por los fenómenos climáticos extremos se lleva por delante cada año el 6 por ciento del valor de la producción final agraria.
Estrés hídrico
Las mayores pérdidas irán asociadas al incremento del estrés hídrico en los cultivos, debido al aumento de la evapotranspiración por el aumento de las temperaturas y al descenso de las precipitaciones. Este descenso iría acompañado de una mayor frecuencia de sequías, hasta 5 y 10 veces más alta si se superan los 1,5 o 2°C. Además, las lluvias serían más intensas, lo que generaría erosión y se concentrarían en épocas como el otoño, por lo que el agua sería menos aprovechable por los cultivos. Estos daños se podrían incrementar aún más por la mayor incidencia de plagas y enfermedades.
En promedio, un aumento de temperatura de 1,5 °C implicaría una reducción del caudal de agua en un 12 por ciento, en comparación con el periodo de referencia de 1961- 2000 mientras que, en caso de alcanzarse los 2 °C, esta reducción sería del 15 por ciento. De manera similar, se espera una disminución del 13 por ciento y 15 por ciento en la recarga de acuíferos, respectivamente. Las zonas más afectadas por estas reducciones se ubicarían en la mitad sur de la península ibérica, donde el riego agrícola es crucial, y algunos de estos efectos ya se están manifestando en algunas cuencas, como la del Segura.
Cultivos más afectados
Cítricos, hortalizas al aire libre y frutos secos, serían los cultivos de la provincia de Almería más afectados por la disponibilidad de agua para riego.
Respecto a los periodos de sequía, las estimaciones realizadas por los Servicios Técnicos de COAG en base a las investigaciones publicadas, recogen que en Almería los periodos de sequía pasarán de los 106 días promedio en 2010 a 114 días en 2030, en El Ejido de 102 días a 110, en Vera de 92 a 103 y en Carboneras de 94 a 105 días en 2030, por citar algunos ejemplos.
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“Aunque algunos de estos efectos ya sean visibles, entender las consecuencias de los riesgos climáticos es la base para desarrollar estrategias de prevención del cambio climático y protección del mundo agrícola, a base de financiación y políticas regionales, nacionales y comunitarias. Tomar acción hoy de forma urgente con el objetivo de mantener el calentamiento por debajo de los 1.5ºC, es más eficiente y menos costoso. La prevención del cambio climático, por tanto, no sólo nos ayudará a proteger nuestra agricultura y economía, sino que también hará que un eterno verano no seque nuestra gastronomía, tradiciones, cultura e identidad” ha apuntado Miguel Padilla, secretario general de COAG a nivel estatal.
El responsable del Área de Riesgos Climáticos y Seguros Agrarios de COAG, Jorge Fraile, ha subrayado que “aunque existen medidas de adaptación que podrían amortiguar parte del impacto, éstas tienen una capacidad limitada que podría verse sobrepasada si no hay una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global y en todos los sectores. Asimismo, ha adelantado que los seguros agrarios, una de las piezas claves de la política agraria en España, podrían tener dificultades para ofrecer una cobertura asequible por el incremento del riesgo, “aspecto que se ha evidenciado en las dos últimas campañas ante la magnitud de los fenómenos climáticos adversos y extremos que han afectado a nuestra agricultura”.
Por su parte, el secretario provincial de GOAG en Almería y responsable estatal de frutas y hortalizas en esa organización, Andrés Góngora, ha detallado que, en la provincia de Almería se verán muy afectadas, sobre todo, zonas con predominancia de cultivos de secano. “La escasez de precipitaciones y problemas en el abastecimiento de agua serán determinantes fundamentalmente en áreas tradicionalmente agrarias como la Sierra de los Filabres, la de la Estancia, la Sierra de María o Sierra Alhamilla, donde no tendremos más remedio que reinventarnos. Las consecuencias son también dramáticas para la sociedad rural al completo, con la despoblación del territorio y un envejecimiento de la población dedicada al sector agrario que, en la actualidad por ejemplo, deja la edad media de un agricultor en Los Vélez entorno a los 60 años. Si las nuevas generaciones no emprenden proyectos agrarios viables en el interior de nuestra provincia, la agricultura y ganadería tiene allí los días contados, quedando como actividades simbólicas, destinadas al autoconsumo familiar o al agro-turismo”
La delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía en Almería, Aránzazu Martín, ha destacado que «la unión tiene que ser el principio que nos tiene que inspirar y nunca la discordia. Y por eso desde aquí yo pido esa unidad tan necesaria para combatir a nuestro único enemigo que es el cambio climático». Martín ha añadido que «la realidad del cambio climático y su repercusión en el ámbito ambiental, económico y social ha sido una prioridad para el Gobierno de la Junta de Andalucía, y en este contexto, el diseño y seguimiento de políticas que nos permitan paliar uno de sus principales impactos como es el de la sequía. Precisamente por la importancia del agua, y la necesidad de llevar a cabo políticas que nos permitan generar este recurso en pro de los ciudadanos, de la industria en general, pero la agroalimentaria en particular, es por lo que el Gobierno andaluz, ya desde la pasada legislatura, se centró en esta materia llevando a cabo inversiones millonarias ante la situación de sequía estructural -que no coyuntural- en la que nos encontramos».