El mayor capítulo de gastos en la campaña 2023/2024 fue la mano de obra, seguido por los fertilizantes, el capítulo de semillas y semillero, las amortizaciones y los fitosanitarios. Los que más crecen son combustibles, agua, fertilizantes y amortizaciones
Hortoinfo.- 05/05/2025
El coste de cultivar una hectárea de sandía en los invernaderos de la provincia de Almería ha alcanzado en la campaña 2023/2024 los 21.116 euros que, con un rendimiento medio de 7,65 kilos por metro cuadrado, da una cifra media para el coste por kilo de 0,28 euros.
Realizando una comparativa de las cinco últimas campañas se puede observar que esos costes han aumentado un 26,73 por ciento, al pasar de unos costes totales de 16.662 euros por hectárea en la campaña 2019/2020 a los 21.116 euros que ha costado cultivar una hectárea de sandía, de la variedad negra sin semillas, en la campaña 2023/2024.
Es la conclusión que se obtiene a través del informe que ha realizado Hortoinfo para el que ha utilizado datos del Observatorio de Precios y Mercados de la Junta de Andalucía, tomando como ejemplo el cultivo de sandía negra sin semillas.
Análisis de los costes
Porcentualmente, el capítulo de gastos que más ha subido ha sido el de los combustibles, cuyo coste se ha incrementado en un 57,08 por ciento desde los 706 euros por hectárea que los agricultores se gastaron en combustibles para cultivar una hectárea de sandía en la campaña 2019/2020 a los 1.109 euros/hectárea en la campaña 2023/2024, 403 euros más.
El capítulo del agua ha crecido un 51,44 por ciento, desde los 1.005 euros por hectárea que los agricultores tuvieron que invertir para poder regar sus sandías en la campaña 2019/2020 a los 1.522 euros por hectárea en la 2023/2024.
También destaca el aumento en el capítulo de fertilizantes y abonos, tanto en términos absolutos como porcentualmente, con un aumento de 1.003 euros por hectárea, lo que supone que han crecido en un 50,84 por ciento desde los 1.973 euros por hectárea correspondientes a la campaña 2019/2020 a los 2.976 euros/hectárea en la campaña 2023/2024.
Si nos atenemos a los términos absolutos, el apartado de gastos que más ha crecido en las cinco campañas analizadas ha sido el de los fertilizantes y abonos, que ha aumentado en 1.003 euros desde los 1.973 euros que los productores de sandía negra sin semillas tuvieron que dedicar a ese capítulo en la campaña 2019/2020 a los 2.976 euros que soportaron en la campaña 2023/2024 para abonar una hectárea de esa hortaliza, un 50,84 por ciento de subida en las cinco campañas.
Por las semillas y los servicios de semillero los agricultores han tenido que pagar en la campaña 2023/2024 un total de 2.799 euros por hectárea, 478 euros más desde la campaña 2019/2020 a la 2023/2024, un incremento del 20,59 por ciento.
Al empleo de fitosanitarios, los productores de sandía en los invernaderos almerienses han tenido que dedicar en la campaña 2023/2024 un gasto de 2.074 euros por hectárea, 424 euros más que en la campaña 2019/2020 aumentando ese gasto un 25,70 por ciento.
A combatir las plagas mediante la utilización de insectos auxiliares los productores de sandía dedicaron en la campaña 2023/2024 un gasto de 405 euros, un 15,06 por ciento más que en la campaña 2019/2020.
Las amortizaciones han subido en las cinco campañas en 544 euros por hectárea, el agua 517 euros, la electricidad 5 euros y los gastos generales y financieros se han incrementado en 111 euros por hectárea desde la campaña 2019/2020 a la 2023/2024, un 15,04 por ciento más.
Los costes de cultivo de la sandía en invernadero aquí detallados incluyen la mano de obra aportada por la familia del agricultor, además de los costes relativos a las amortizaciones del invernadero, instalaciones, maquinaria y otros.
En las amortizaciones se contemplan la del propio invernadero, enarenado y sustrato, plástico, instalación de riego, balsa, almacén, caseta de riego, maquinaria, vehículo, y otras menores.
Los costes de producción corresponden a datos medios de explotaciones representativas. Dependen de múltiples factores, tales como la fecha de trasplante, duración del ciclo, tamaño y ubicación de la explotación, incidencias fitosanitarias, entre otras. Los resultados se ajustan, por tanto, a los parámetros descritos para el cultivo en cuestión, así como a las condiciones descritas, debiendo ser tomados como una aproximación y nunca como un valor fijo e incuestionable, según indican desde el Observatorio de Precios y Mercados de la Junta de Andalucía.
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