De los 0’85 euros por kilo que ha cobrado de media el agricultor ha pasado durante la campaña 2023/2024 a los 2’21 euros/kilo que han pagado los consumidores como precio medio. La campaña 2022/2023 el diferencial fue del 119’6%
Hortoinfo.- 14/08/2024
El precio medio del tomate ha subido durante la campaña 2023/2024 un 160 por ciento desde lo que han cobrado los agricultores hasta lo que han pagado de media los consumidores al comprar esa hortaliza, según refleja el informe que ha realizado Hortoinfo basado en datos procedentes por el Observatorio de Precios y Mercados de la Junta de Andalucía.
Durante la campaña que ha terminado los agricultores cobraron sus tomates producidos a un precio medio de 0’85 euros por kilo, teniendo en cuenta todos los tipos y categorías, que se han liquidado al agricultor a la entrega en el almacén o comercializadora, sin IVA. Ese mismo producto alcanzó un precio medio durante la campaña de 1’59 euros por kilo al ser vendido en los mercas (+87’06%) y de 2’21 euros por kilo al llegar a los consumidores, con el incremento ya citado del 160 por ciento.
En la campaña anterior, la 2022/2023, el agricultor percibió por la venta de sus tomates 1’02 euros por kilo como precio medio, que ascendió a 1’61 euros/kilo en los mercas con un incremento del 57’84 por ciento, alcanzando los 2’24 euros por kilo al ser vendido al consumidor, lo que implica un incremento del 119’6 por ciento con respecto al precio medio pagado al productor.
Si tenemos en cuenta los precios de la campaña inmediatamente anterior, la 2021/2022, se puede observar que el diferencial entre el precio percibido por el productor y el pagado por el consumidor es de 90’9 puntos porcentuales menos que en la 2023/2024, ya que el aumento entre el precio percibido por los agricultores por el tomate en la campaña 2021/2022 fue de 0’97 euros por kilo, incrementándose en un 69’1 por ciento al llegar a los consumidores que lo pagaron a una media de 1’64 euros por kilo. En esa campaña el tomate se vendió en los mercas a un precio medio de 1’5 euros por kilo, un 54’64 por ciento más que el precio medio al que se pagaron los tomates al agricultor.
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