El quinto elemento de la tabla periódica es utilizado en algunos lugares como insecticida formulado como arseniato de plomo o también como herbicida en forma de arsenito de sodio, además de como fertilizante en estado de mineral primario
Hortoinfo.- 22/07/2024
El pasado día 24 de junio se realizó en la frontera española un control a un envío de arroz procedente de Guyana, en el que se encontró un elevado nivel de presencia del quinto elemento químico de la tabla periódica, el venenoso arsénico, según ha podido comprobar Hortoinfo al consultar los documentos del organismo competente de la Comisión Europea relativos a estos hechos, emitidos con fecha 22 de julio. Tras ese control, el envío de arroz fue liberado.
Los documentos consultados por Hortoinfo, de fecha 22 de julio, recogen que el envío de arroz fue liberado para su distribución tras la realización de ese control, cuyos análisis realizados muestran una presencia en el arroz guyanés del citado metaloide, el arsénico, en una proporción de 0,64 +/- 0,08 mg/kg – ppm, un 156 por ciento superior a su nivel máximo que está fijado en 0,25 mg/kg – ppm, por lo que se ha emitido la alerta para información de los intervinientes en la cadena de distribución por su potencial gravedad.
La distribución de este arroz se ha realizado únicamente en suelo español.
Arsénico
El arsénico, quinto elemento de la tabla periódica perteneciente al grupo de los metaloides o semimetales, es utilizado en algunos lugares como insecticida formulado como arseniato de plomo o también como herbicida en forma de arsenito de sodio, además de como fertilizante en estado de mineral primario.
En la intoxicación aguda por arsénico, la muerte sobreviene debido a un colapso cardiovascular y a un shock hipovolémico. La dosis letal en humanos para el trióxido de arsénico ingerido es de 70 a 180 mg, o aproximadamente 600 microgramos por kg/día.
La intoxicación por arsénico puede provocar deshidratación, diarreas, dolores abdominales, náuseas, vómitos, dermatitis, arritmia ventricular, hipotensión, insuficiencia cardíaca congestiva o incluso un shock. También puede provocar edema pulmonar, neumonía bronquial, ataques cerebrales, calambres en las piernas, debilidad, delirios, desorientación, letargia o parálisis, entre otros.