Así lo indica la organización agraria La Unió Llauradora, que añade que “la reciente detección por primera vez de la Mancha Negra en Egipto y el aumento de sus importaciones a la UE alerta también sobre una posible entrada a territorio europeo”
Hortoinfo.- 11/09/2023
La organización agraria valenciana La Unió Llauradora, ha denunciado que las interceptaciones de cítricos importados desde Sudáfrica a la Unión Europea (UE) con organismos nocivos a lo largo de este año se han triplicado con respecto al año anterior. De los 12 envíos rechazados hasta agosto en 2022 se ha pasado a los 37 de este año.
En el pasado mes de agosto “los datos son realmente escandalosos”, señalan, recordando que ha habido 11 interceptaciones procedentes de Sudáfrica, a las que hay que sumar 4 más de Zimbaue, país que también se encuentra incluido en el Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y el África Meridional. Cabe señalar además que todos los rechazos son de la Phyllosctita citricarpa, el hongo que provoca la temida enfermedad de la Mancha Negra de los cítricos.
La organización agraria advierte en una nota que “la elevada detección de la enfermedad en cítricos de Sudáfrica pone en evidencia los fallos en el sistema de control en origen del país africano para evitar su salida y que, en consecuencia, no existen garantías de que la fruta expedida proceda de zonas citrícolas libres de este tipo de plagas de cuarentena ni que se haya hecho un buen control postcosecha”.
Ante esta situación y el riesgo que entraña, LA UNIÓ solicita “la suspensión automática de las importaciones procedentes de aquellos países terceros, como es el caso de Sudáfrica, que no pueden garantizar la seguridad fitosanitaria de sus envíos porque, si entra una plaga, ya no se puede erradicar y siempre son los mismos países los que encabezan el listado de las interceptaciones”. Añaden que “las detecciones de cítricos con presencia de la Phyllosticta citricarpa, así como de la polilla Thaumatotibia leucotreta, son una constante durante las últimas campañas y hay que prevenir que entre fruta con estas plagas en la citricultura europea”.
La organización agraria insiste asimismo en la extensión del tratamiento de frío a las mandarinas, “para evitar la entrada de la Falsa polilla y reforzar las medidas en origen para controlar enfermedades no presentes aún en la citricultura europea”.
Egipto también en el punto de mira
Egipto es otro de los países a vigilar en las importaciones de cítricos, según La Unió, que en su comunicado indica que “ha duplicado sus exportaciones de cítricos a los mercados europeos. Mientras que en 2022 exportó a la UE un total de 86.079 toneladas, en 2023 fueron 179.012 toneladas. Y si circunscribimos el ámbito a España, en 2021 (no constan datos del pasado año) fueron 8.158 las toneladas importadas de Egipto por las 15.806 de este año”.
Afirman que “la detección reciente de la Mancha Negra de los cítricos en naranjas procedentes de Egipto, junto a su irrupción en 2020 en Túnez y su posterior expansión, ponen de manifiesto su capacidad para adaptarse al clima mediterráneo y el peligro de desarrollarse por parte de la principal enfermedad fúngica de los cítricos en todo el mundo”.
LA UNIÓ reclama al ministro de Agricultura, Luis Planas, “que refuerce nuestras fronteras ante el peligro que supondría la posible entrada de la Mancha Negra que es cada vez más grande por el considerable aumento de las importaciones de cítricos desde Egipto”.
“La importación de fruta fresca es una potencial vía de entrada. Estamos ante un riesgo muy elevado y más vale prevenir ahora que curar después. Su introducción podría conllevar una grave afección a una citricultura europea orientada al mercado en fresco y no a la industria del zumo que es la única salida que tiene la fruta afectada por la Mancha negra, por lo que las pérdidas y la desestabilización del sector citrícola europeo serían irreparables”, señala Carles Peris, secretario general de LA UNIÓ.
Peris insiste en la necesidad de reforzar la producción autóctona frente a las importaciones. “Las Administraciones deben apostar por salvaguardar los cítricos de aquí. Depender de las importaciones de otros países, cada vez más elevadas, es un claro riesgo para la entrada de enfermedades que podrían ser letales para el futuro de la citricultura europea y también implican un alto coste medioambiental”.