El volumen total fue de 3.800 millones de kilos, comprados por un valor de 3.763 millones de euros
Hortoinfo.- 27/02/2023
La importación española de frutas y hortalizas frescas en 2022 creció un 7 por ciento en volumen y un 15 por ciento en valor respecto a 2021, con un volumen total de 3.800 millones de kilos y 3.763 millones de euros, reforzando la tendencia al alza de los últimos años, creciendo más que las exportaciones, según datos del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales de la Agencia Tributaria, procesados por la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas viva (FEPEX).
Según indican desde FEPEX, la importación de hortalizas fue la que más creció en 2022, con 1.800 millones de kilos (+14%) por un valor de 1.172 millones de euros (+32%), marcada por la tendencia al alza de la importación de patata, que se situó en 1.000 millones de kilos, un 20 por ciento más que en 2021, por un valor de 364 millones de euros, un 55 por ciento más que en 2021. Las importaciones de patata representaron el 56 por ciento del total de las hortalizas compradas al exterior.
A gran distancia de la patata, la segunda hortaliza más importada por España es el tomate, con 188’06 millones de kilos (+5%) por un valor de 206 millones de euros (+32%).
En cuanto a la importación de frutas, en 2022 totalizó 2.000 millones de kilos (+1%) y 2.591 millones de euros (+9%).
El plátano es la fruta más importada, con 403’7 millones de kilos (+9%) por un valor de 259 millones de euros (+29%), seguido de aguacate con 208’57 millones de kilos (-3%) por un valor de 404 millones de euros (-2%).
El tercer lugar lo ocupa la manzana, con 195’52 millones de kilos (+6%) y 150 millones de euros (-4%) y el cuarto la piña, con 160’74 millones de kilos (-6%) por un valor de 134 millones de euros (+16%).
La importación española de frutas y hortalizas frescas muestra el continuo crecimiento de la competencia exterior, tanto en el mercado nacional como el comunitario, impulsada por normativas menos exigentes en los lugares de producción en distintos ámbitos como el fitosanitario, haciendo cada vez menos competitivo el modelo de producción comunitario, según FEPEX.
