La RAIF advierte de presencia de vasates en cultivo de tomate de Almería, en uno de cada tres invernaderos muestreados

Recomienda extremar la vigilancia ante las condiciones climáticas actuales que favorecen el desarrollo de la plaga, una de las principales que afectan al cultivo de tomate en invernadero

Hortoinfo.- 31/10/2025

La Red de Alerta e Información Fitosanitaria (RAIF) de Andalucía ha advertido de que se ha detectado presencia del ácaro conocido como vasates (Aculops lycopersici) en el cultivo de tomate bajo abrigo en la provincia de Almería, en uno de cada tres invernaderos muestreados, localizada en una de cada 42 plantas analizadas, por lo que recomienda extremar la vigilancia ante las condiciones climáticas actuales que favorecen el desarrollo de la plaga, una de las principales que afectan al cultivo de tomate en invernadero.

Su aparición suele darse en forma de focos localizados, aunque, debido a su elevada capacidad de dispersión puede colonizar rápidamente amplias zonas de la plantación. Este ácaro ataca todas las partes verdes de la planta, incluyendo hojas, tallos y pecíolos.

En tomate, los primeros síntomas se observan habitualmente en la parte inferior de la planta, desde donde la plaga progresa hacia las zonas medias y superiores a través del follaje y los tallos. Conforme la infestación avanza, la parte baja de la planta muestra desecación progresiva, pérdida de turgencia y una tonalidad bronceada o amarillenta característica del daño.

El desarrollo del ácaro se ve favorecido en condiciones de otoño seco y en primavera, sin presentar diapausa. Las condiciones óptimas para su multiplicación se sitúan entre 27 °C de temperatura y 30 % de humedad relativa, condiciones bajo las cuales completa su ciclo biológico en 6 a 7 días, siempre que disponga de alimento adecuado.

Medidas preventivas y culturales

  • Instalación de mallas de protección (mínimo 10 × 20 hilos/cm²) en aberturas laterales, cenitales y puertas de los invernaderos. Es fundamental revisar periódicamente su estado y reparar roturas, especialmente en las zonas expuestas a los vientos dominantes.
  • Eliminar malas hierbas y restos vegetales que puedan actuar como reservorios de la plaga.
  • Evitar el abandono de los cultivos al finalizar el ciclo y retirar las plantas muy afectadas para evitar la diseminación del ácaro.
  • Extremar la precaución durante las labores de manejo (poda, tutorado, recolección, riego), evitando transportar la plaga mediante herramientas, ropa o calzado contaminado.
  • Desinfectar los útiles de trabajo con una solución de fosfato trisódico al 10 % antes y después de su utilización.
  • Espaciar temporalmente las nuevas plantaciones para reducir la continuidad del huésped y dificultar la supervivencia del ácaro.
  • Implementar rotaciones de cultivo con especies no hospedantes.
  • Si se utiliza estiércol, asegurarse de que esté correctamente fermentado y libre de plagas.
  • Evitar el exceso de vegetación o densidad foliar, que dificulta la ventilación y favorece el desarrollo del ácaro.
  • Fomentar la presencia de enemigos naturales, racionalizando el uso de productos fitosanitarios para preservar la fauna auxiliar.

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