Indican que está presente en 1 de cada 14 plantas de los invernaderos muestreados, que se encuentran en proceso de engorde de los frutos e inicio de recolección en el momento del muestreo
Hortoinfo.- 01/12/2025
La Red de Alerta e Información Fitosanitaria (RAIF) de Andalucía ha avisado de la presencia del ácaro conocido como vasates (Aculops lycopersici) en el cultivo de tomate bajo abrigo en la provincia de Almería, en más de la mitad de los invernaderos muestreados. Indican que está presente en 1 de cada 14 plantas de esos invernaderos, que se encuentran en proceso de engorde de los frutos e inicio de recolección en el momento del muestreo, por lo que recomienda extremar la vigilancia ante el desarrollo de la plaga, una de las principales que afectan al cultivo de tomate en invernadero.
El ácaro del bronceado del tomate, Vasates (Aculops lycopersici) puede aparecer en condiciones de otoño seco y en primavera, no presentando diapausa. Las condiciones óptimas para su desarrollo son 27ºC y 30% de H.R., con las que muestra un ciclo muy rápido de 6 a 7 días, siempre que tenga disponible un alimento adecuado.
Es una plaga que aparece por focos, aunque puede afectar a gran parte de la plantación. Ataca a todas las partes verdes de la planta. En tomate, los daños comienzan a manifestarse en la zona baja de la planta, subiendo por hojas y tallos. A medida que va ascendiendo por la planta se va desecando la parte baja.
Se alimentan de las células epidérmicas de los tejidos, inyectando saliva y absorbiendo el contenido de la célula. Al principio los órganos afectados toman un aspecto verde-aceitoso y luego tonos plateados que al desecarse adquieren aspecto bronceado.
Medidas preventivas y culturales
- En invernaderos, colocar mallas (mínimo 10×20 hilos/cm2) en las aberturas laterales, cenitales y puertas, y vigilar y controlar el estado de las mismas, sobre todo de las que coinciden con la dirección de los vientos dominantes, vigilando que no haya roturas en los plásticos.
- Eliminar las malas hierbas y restos de cultivos, ya que pueden actuar como reservorio de la plaga.
- No abandonar los cultivos al final del ciclo.
- Eliminar las plantas que estén muy afectadas.
- Distanciar en el tiempo la realización de la nueva plantación.
- Tener cuidado para no transportar la plaga con las operaciones habituales que se hacen en el cultivo, o con la ropa, calzado y herramientas de trabajo.
- Desinfectar los útiles de trabajo con una solución de fosfato trisódico al 10% antes y después de su uso.
- Realizar rotaciones de cultivos.
- Si se desea aplicar estiércol, asegurarse de que está bien fermentado y exento de plagas.
- Evitar el exceso de ‘follaje’ en la planta.
- Favorecer la proliferación de poblaciones de insectos auxiliares, racionalizando el uso de productos fitosanitarios.
- Evitar la propagación a través de maquinaria, agua de riego, animales, calzados, aperos, etcétera.



