25/05/2022.- Lo han logrado investigadores de la neerlandesa Universidad de Wageningen, extrayendo de los restos vegetales del tomate la proteína Rubisco, muy útil para el procesamiento en sustitutos de la carne y alternativas lácteas de origen vegetal.
Hortoinfo.- Investigadores de la Universidad de Wageningen (Países Bajos) se han convertido en los primeros en el mundo en extraer la proteína Rubisco, de alto valor, de las hojas de tomate, una de las principales corrientes de residuos de la horticultura de invernadero.
El método que utilizaron es similar a los que habían desarrollado previamente para extraer Rubisco de otras corrientes de residuos de cultivos.
La aplicación a gran escala de este proceso aumentará la rentabilidad del cultivo del tomate, facilitando la disponibilidad de proteínas de origen vegetal que contribuyen a un suministro sostenible de alimentos para la creciente población mundial. También ayudará a acelerar en los países desarrollados la transición hacia una dieta más basada en plantas.
El estudio piloto se basó en un método de extracción de Rubisco de hojas de remolacha azucarera. Los investigadores investigaron si podían usar este método para eliminar también la toxina hidroxitomatina de las hojas de tomate. El resultado fue un polvo de proteína de alto valor que estaba libre de toxinas.
También en otros cultivos
El mismo método también podría ser adecuado para extraer Rubisco de las hojas de otros cultivos alimentarios. Las hojas de las plantas de papa y yuca, por ejemplo, también contienen toxinas, y al igual que las hojas de tomate, por lo tanto, no son adecuadas para el consumo directo. “Nuestro método filtra los componentes que son más pequeños que la proteína que queremos extraer, y esto incluye muchas toxinas”, dice la líder del proyecto Marieke Bruins, científica principal en tecnología de proteínas en la Universidad e Investigación de Wageningen. “Nuestro estudio demuestra que se pueden lograr ganancias sustanciales en sostenibilidad haciendo un mejor uso de lo que ya se tiene.
Obtención a gran escala
Los investigadores esperan trabajar con el sector privado para desarrollar aún más la tecnología y aplicarla a escala industrial. “Eso podría significar trabajar con empresas de horticultura de invernadero, o empresas que utilizan proteínas de origen vegetal como insumos. Estos podrían incluir productores de productos lácteos y sustitutos de la carne”, dice Bruins.
Más de 50.000 kilos de restos por hectárea
La cosecha de cultivos alimentarios da como resultado la producción anual de alrededor de 50.000 kilos por hectárea de restos vegetales, en el caso del cultivo del tomate, principalmente hojas y tallos. Tradicionalmente, las hojas se vuelven a arar en el suelo como fertilizante o se compostan, lo que da un beneficio muy inferior al que se puede obtener con la extracción de proteínas para el consumo humano.
Rubisco
Rubisco, o ribulosa-1,5-bifosfato carboxilasa oxigenasa, es una enzima crucial en la fotosíntesis. Por lo tanto, la proteína se encuentra en cada hoja de cada planta verde en la tierra, a menudo en cantidades considerables. En su forma pura, Rubisco tiene un aroma, color y sabor neutros, y un buen equilibrio de los aminoácidos esenciales. También tiene buenas propiedades de gelificación. Esto hace que Rubisco sea una proteína muy útil para el procesamiento en sustitutos de la carne y alternativas lácteas de origen vegetal, por ejemplo, como una forma de proporcionar un “bocado” firme o una mejor sensación en la boca. También es un buen sustituto del huevo en los productos alimenticios.
