El pepino proviene de las regiones tropicales de Asia, cultivándose en la India desde hace más de 3.000 años. Desde allí este cultivo pasó a Grecia y Roma, extendiéndose por todo el imperio. Al contrario de lo ocurrido con otros cultivos, la relación con el continente americano se produjo a la inversa, llegando al nuevo continente de la mano de Cristóbal Colón.
El pepino es de la familia de las cucurbitáceas. Es una planta herbácea de tipo anual. Su sistema radicular es muy potente, dada la gran productividad de esta planta y consta de raíz principal, que se ramifica rápidamente para dar raíces secundarias superficiales muy finas, alargadas y de color blanco. El pepino posee la facultad de emitir raíces adventicias por encima del cuello.
Su tallo principal es anguloso y espinoso, de porte rastrero y trepador. De cada nudo parte una hoja y un zarcillo. En la axila de cada hoja se emite un brote lateral y una o varias flores.
Tiene las hojas de largo pecíolo, gran limbo acorazonado, con tres lóbulos más o menos pronunciados (el central más acentuado y generalmente acabado en punta), de color verde oscuro y recubierto de un vello muy fino.
Su flor es de corto pedúnculo y pétalos amarillos. Las flores aparecen en las axilas de las hojas y pueden ser hermafroditas o unisexuales, aunque los primeros cultivares conocidos eran monoicos y solamente presentaban flores masculinas y femeninas y en la actualidad todas las variedades comerciales que se cultivan son plantas ginoicas, es decir, sólo poseen flores femeninas que se distinguen claramente de las masculinas porque son portadoras de un ovario ínfero.
El pepino tiene el fruto pepónide áspero o liso, dependiendo de la variedad, que vira desde un color verde claro, pasando por un verde oscuro hasta alcanzar un color amarillento cuando está totalmente maduro, aunque su recolección se realiza antes de su madurez fisiológica. La pulpa es acuosa, de color blanquecino, con semillas en su interior repartidas a lo largo del fruto. Dichas semillas se presentan en cantidad variable y son ovales, algo aplastadas y de color blanco-amarillento.
ALGUNOS DATOS ECONÓMICOS
El pepino tiene un índice de consumo muy elevado, y de ahí su importancia económica. Se consume fundamentalmente en fresco, pero también industrializado, en encurtidos.
Las mayores producciones se dan en Almería y en la provincia de Granada, en sus zonas costeras
Se exporta fundamentalmente a Holanda, Alemania, Reino Unido y Francia, además de otros destinos menores.
MÉTODOS DE CULTIVO
Siembra y plantación: Puede realizarse siembra directa sobre el suelo, pero puede ocasionar múltiples problemas, por lo que es aconsejable llevar las semillas al semillero.
Poda: En pepino “tipo Almería” se realiza a los pocos días del trasplante, debido al rápido crecimiento de la planta, con la eliminación de brotes secundarios.
Marcos de plantación: Para cultivos tempranos, los marcos suelen ser más pequeños (1,5 m x 0,4 m ó 1,2 m x 0,5 m).
RIEGO Y NUTRICIÓN
En el pepino “tipo Almería” es muy importante mantener un nivel de humedad constante y elevado en el suelo, para un desarrollo óptimo del sistema radicular y, posteriormente, durante la época de formación y engorde del fruto. En los terrenos enarenados la raíz evolucione preferentemente en la capa de materia orgánica situada entre la arena y la tierra, por lo que habrá que mantener una humedad estable en esta zona, que normalmente se consigue regando con una frecuencia de cada 2 días. Cuando el cultivo es adulto, con una altura superior a la del tutor, aquel sombrea al suelo, coincidiendo con una amortiguación de las temperaturas a la entrada del otoño, por lo que puede disminuirse la frecuencia, regando cada 3 o 4 días con los mismos volúmenes. Cuando las aguas son de mala calidad los riegos se realizarán a diario, para evitar problemas de salinidad, manteniendo la lectura del tensiómetro en 10-15 cb para no producir asfixia radicular.
En cultivo hidropónico el riego está automatizado y existen distintos sistemas para determinar las necesidades de riego del cultivo, siendo el más extendido el empleo de bandejas de riego a la demanda. El tiempo y el volumen de riego dependerán de las características físicas del sustrato.
En cuanto a la nutrición, cabe destacar la importancia de la relación N/K a lo largo de todo el ciclo de cultivo, que suele ser de 1/0,7 desde el trasplante hasta la cuarta-quinta semana, cambiando hacia 1/1 hasta el comienzo del engorde del fruto y posteriormente hasta 1/3.
El fósforo juega un papel relevante en las etapas de enraizamiento y floración, ya que es determinante sobre la formación de raíces y sobre el taño de las flores.
El calcio es un elemento determinante en la calidad y favorece una mejor defensa de las plantas frente a enfermedades.
Los microelementos van a incidir notoriamente en el color de la fruta, su calidad y la resistencia de la planta, principalmente el hierro y manganeso.
A la hora de abonar, existe un margen muy amplio de abonado en el que no se aprecian diferencias sustanciales en el cultivo, pudiendo encontrar “recetas” muy variadas y contradictorias dentro de una misma zona, con el mismo tipo de suelo y la misma variedad. No obstante, para no cometer grandes errores, no se deben sobrepasar dosis de abono total superiores a 2g.l-1, siendo común aportar 1g.l-1 para aguas de conductividad próxima a 1mS.cm-1.
Actualmente se emplean básicamente dos métodos para establecer las necesidades de abonado: en función de las extracciones del cultivo, sobre las que existe una amplia y variada bibliografía, y en base a una solución nutritiva “ideal” a la que se ajustarán los aportes previo análisis de agua. Este último método es el que se emplea en cultivos hidropónicos, y para poder llevarlo a cabo en suelo o en enarenado, requiere la colocación de sondas de succión para poder determinar la composición de la solución del suelo mediante análisis de macro y micronutrientes, CE y pH.
Los fertilizantes de uso más extendido son los abonos simples en forma de sólidos solubles (nitrato cálcico, nitrato potásico, nitrato amónico, fosfato monopotásico, fosfato monoamónico, sulfato potásico, sulfato magnésico) y en forma líquida (ácido fosfórico, ácido nítrico), debido a su bajo coste y a que permiten un fácil ajuste de la solución nutritiva, aunque existen en el mercado abonos complejos sólidos cristalinos y líquidos que se ajustan adecuadamente, solos o en combinación con los abonos simples, a los equilibrios requeridos en las distintas fases de desarrollo del cultivo.
El aporte de microelementos, que años atrás se había descuidado en gran medida, resulta vital para una nutrición adecuada, pudiendo encontrar en el mercado una amplia gama de sólidos y líquidos en forma mineral y en forma de quelatos, cuando es necesario favorecer su estabilidad en el medio de cultivo y su absorción por la planta.
También se dispone de numerosos correctores de carencias tanto de macro como de micronutrientes que pueden aplicarse vía foliar o riego por goteo, aminoácidos de uso preventivo y curativo, que ayudan a la planta en momentos críticos de su desarrollo o bajo condiciones ambientales desfavorables, así como otros productos (ácidos húmicos y fúlvicos, correctores salinos, etc.), que mejoran las condiciones del medio y facilitan la asimilación de nutrientes por la planta.
BENEFICIOS PARA LA PIEL
El pepino, por su riqueza en agua, vitamina E y aceites naturales, es uno de los mejores remedios para el cuidado externo de la piel, a la que aporta todo sus aceites y agua. Es muy adecuado para pieles que han sufrido las consecuencias de una exposición prolongada al sol. Está indicado para aliviar pieles que sufren dermatitis, quemaduras no solares o congelaciones por el frío. Aplicado sobre los rostros afectados de acné mejoran el aspecto de las mismas y reducen el número de granos. En forma de cremas o de rodajas sobre la piel, resulta útil en el tratamiento de la rosácea, dado que desinflama la piel y ayuda a evitar el enrojecimiento. Se considera que posee propiedades astringentes, refrescantes y antigrasientas, por lo que se recomienda para mascarillas contra el acné. El pepino tiene una gran capacidad para relajar los ojos cansados, humedecerlos y aliviarlos del enrojecimiento por conjuntivitis o un buen remedio contra los orzuelos. La aplicación de un par de rodajas recién cortadas sobre los párpados, es una buena solución para rebajar la hinchazones o las ojeras, después de una jornada de mucho trabajo o de una larga noche de fiesta. Constituye uno de los mejores relajantes naturales, ideal para descansar los pies y evitar el dolor que se produce tras largas caminatas.
PROPIEDADES ALIMENTARIAS
Los frutos del pepino de mesa ( Cucumis sativus ) son especialmente recomendables para aquellos que desean rebajar peso. Están formados en un 95 % de agua y un escaso valor calórico, que no llega a las 20 calorías por cada 100 gr., que los hace extremadamente ligeros y adecuados para combatir la obesidad. Una dieta de pepinos en primavera será algo muy adecuado para las personas que quieran perder peso o que sufran de acumulaciones serosas en las extremidades – edemas – , al mismo tiempo que ayudará a desintoxicar el organismo, depurando la sangre al eliminar el ácido úrico , expulsando del organismo el exceso de agua y , por sus propiedades laxantes, limpiando el intestino de residuos fecales. Los pepinos constituyen un buen reparador de la mucosa intestinal, por lo que su consumo es muy adecuado para aquellas personas que quieran reforzar el estómago, aunque hay que tener precaución de masticarlo muy bien, puesto que, siendo una fruta muy rica en celulosa, puedo resultar indigesto si se come rápido y poco masticado.
Composicion del pepino crudo por cada 100gr.
Agua | 96 gr. |
Energía | 13 Kcal |
Grasa | 0,13 gr. |
Proteína | 0,69 gr. |
Hidratos de carbono | 2,7 gr. |
Fibra | 0,8 gr. |
Potasio | 144 mg |
Fósforo | 20 mg |
Calcio | 14 mg |
Magnesio | 11 mg |
Hierro | 2 mg |
Vitamina C | 5,3 mg |
Vitamina B | 20, 022 mg |
Vitamina B | 60, 042 mg |
Vitamina A | 215 IU |
Vitamina E | 0, 079 mg |
Niacina | 0. 221 mg |